¿Que era eso señor? – pregunto Flask.
El gran calamar viviente; según dicen, son pocas las naves que lo han visto para después regresar a puerto y hablar de él…
Este párrafo de la inolvidable Moby Dick, de Herman Melville, es una de las primeras referencias que tuve de los temibles clamares gigantes o kraken, como lo denominan en la mitología escandinava. De pequeño, durante mucho tiempo, creí que era un ser fantástico fruto de la excesiva imaginación de los pescadores y de algunos literatos amigos de los misterios sensacionalistas. Más tarde comprobé, para mi asombro, que los calamares gigantes existían, y que eran, dentro de su rareza, mucho más comunes de lo creemos.
Si durante este verano, o en cualquier momento del año, pasas cerca de Luarca, no puedes dejar de visitar la Coordinadora para el Estudio y la Protección de las Especies Marinas, que cuenta con un Centro del Calamar Gigante.
Además de 9 ejemplares de calamar gigante perfectamente conservados, cuenta con abundante información acerca de estos extraños seres y una considerable colección de peces abisales.
El centro está actualmente en proceso de reconstrucción debido a los destrozos que causó el tremendo temporal de febrero de 2014, por lo que es conveniente que te informes antes de realizar la visita por si las moscas. Después de la visita puedes dar una vuelta para visitar Luarca, un pueblo precioso, y aprovechar para tomarte una sidra y unas buenas rabas* o unos chipirones encebollados….
* En el norte de España, anillas y tentáculos de clamar rebozados.
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Asturias, España
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